domingo, 9 de septiembre de 2012

Intersecciones


Llego temprano a todos lados. Menos a mi vida, pero esa es otra cosa.
Llegar temprano implica esperar sola.
O esperar con la chance de conocer a alguien, si se ve desde otro punto de vista. 
Hoy, cansada, y sabiendo que tenía media hora de espera, me senté al sol en un portal, cerca de unos chicos que estaban practicando artes circenses, malabares, piruetas en monociclo, y el bello arte de asar pollo a la parrilla. Conocían a todos los chicos del barrio, se saludaban y prometían verse más tarde, en la función. 
Me hice un ovillo al sol, pensando. Mucho. Poco. Nada.
Un flaco alto, con pelo castaño claro y arrugas finas en los párpados se acercó a preguntarme si estaba bien, si necesitaba algo. Sonreí. "No, flaco, es que tengo la mala costumbre de llegar temprano". El tipo se rió, subió a una moto y se fue. 
Ya al borde del aburrimiento y sabiendo que faltaban unos 15 minutos para que llegue mi amigo, saqué mi mazo de tarot. El de Royo. Hay una pregunta que me está dando vueltas hace rato pero nunca llego a concretarla. Esta vez no fue la excepción. Mientras mezclaba, la moto volvió con el flaco alto y ni bien se bajó me preguntó si podía leer su suerte. 
Claro que sí. Sentate.
Barajé, le dí a cortar, saqué tres cartas y me puse a hablar. 
Después él contó su historia, corroborando lo que salía en las cartas... En agradecimiento, me invitó a almorzar con el circo y a tomar unas cervezas. No podía aceptar, pero el sólo hecho del encuentro y la generosidad me sirvió para que la melancolía no me ganara de antemano. En ese momento me dí cuenta que no tenía ni una tarjeta personal para darle. Se fue a tomar algo con los amigos, anoté mi número en un papel y nunca pude dárselo. No me lo crucé más, el par de veces que pasé por el frente del galpón cultural.

EvaLilith
2012

6 comentarios:

  1. Si creyera en lo que llamo «tonterías» (Y te pido perdón si resulta ofensivo), te diría que todo es por algo y que pasó lo que debía pasar.
    Pero no. Soy un hombre racional que no cree en la suerte, astros, cartas, ni nada semejante. Todo es producto de un gran azar, sujeto a leyes físicas y matemáticas.
    Entonces te digo... ¡Ve por él! Tocá el timbre y preguntá por el flaco de la moto. Intentalo. ¿Qué podés perder?
    Si lo ves, sonreí y decile -Me invitaste unas cervezas... Espero no te moleste que las reclame.
    Tenés alma de heroína. Actuá como tal.

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  2. No todo en la vida son azares, las decisiones que una toma en forma consciente o inconsciente son también determinantes.
    Supongamos que tengo una información que vos no tenés que hace que considere que insistir no vale la pena. Supongamos ;-)

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  3. Claro, eso corresponde a mi desconocimiento. Pero bueno, mejor para mí. Sin otros pretendientes, me será más fácil conseguir tu amor.

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  4. ¿Acaso los magos revelan sus trucos antes de realizarlos? (muchos, ni siquiera después) Pierde la gracia.

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    1. Ah... prestidigitación. Conozco del tema, y no gana mi amor...

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