jueves, 30 de junio de 2011

Intento de Nada

Diría mi hermana, muy acertadamente. Intento de nada. Ni siquiera una aspiración concreta, ni siquiera un punto en este pequeño punto azul. Nada. Menos aún, un intento.
Y a estas alturas, a estos 28 recién estrenados, con su retorno de Saturno y el peso de todas las estructuras que me armé (erradas o no), estoy sin siquiera poder encontrar un boceto de respuesta a qué carajo quiero hacer con mi inútil, pequeña y efímera vida.
Por supuesto no podía faltar la ironía de que lo único que estoy haciendo en forma medianamente exitosa es aquéllo que jamás me interesó hacer. Aquéllo que no me gusta, pero aún sabiendo esto, o quizás precisamente por ser consciente de... lo hago lo más a conciencia que puedo.
Mientras tanto, todos los proyectos que emprendí parecen fracasar por causas ajenas a mi persona. No importa qué tanto los apuntale, qué tanto lea las letras chicas, qué tanto dialogue, negocie o trate de reasegurar. No hay caso. Todo a pique. Una y otra y otra y otra y otra y otra y otra vez. No pienso poner ejemplos. Son demasiado dolorosos...
Así que acá estoy. En cero, para variar.
Ni siquiera me está yendo bien con los proyectos pequeñitos, mezquinos, de la supervivencia. Al final de cuentas, termino siendo una cuasi autómata más, dejando que pasen de a poco los días. Cada vez más encerrada en mi mundo y cada vez más desencantada de todo. Especialmente, de mí.
En un tiempo, días, semanas, meses: lo mismo da; es probable que encuentre un puntito sobre el cual asirme. Una idea, un nuevo trabajo, un nuevo hobbie. No, mejor descarto los hobbies, porque tengo la mala costumbre de elegir aquéllos que me obligan a adentrarme en mí misma. Una vez más voy a querer creer que por una vez, las cosas van a salir como lo planeo. O que, al menos, si no salen como lo planeo... no van a salir como el reverendo ojete.
En momentos así, realmente me gustaría que la magia fuera real. Que haciendo rituales y concentrándome en velas, altares, íconos, pueda modificar mi existencia. Pero no.
De modo que voy a hacer lo que siempre hago en estos casos: ovillarme un rato sobre mí misma, enfermarme, dejar que pase la enfermedad, levantarme todos los días, ocuparme de mis cosas, hasta distraerme un rato y seguir haciendo como si nada. Hasta que no empieza el insomnio, no es grave. Y si empieza el insomnio, me tomaré un café más a la mañana, escribiré huevadas de madrugada, tendré amigos virtuales de Malasia y esperaré.
Ya desperdicié 28, puedo perder todos los demás.

Eva Lilith
2011

5 comentarios:

  1. Saturno que giró, una luna que hace horas acaba de nacer, un nuevo ciclo por delante, felicidades!!! ¿Qué tienes por delante? ¿Acaso las experiencias no instituyen el sentido de lo humano? Bien lo sabes, por eso en el gris con el que tu destino pareciera enclaustrar tus oportunidades, he visto una perla (hablo de lo q tus oscuridades –aquello q no conozco– destila) (Mira, la gente como tú –y mi caso no es muy diferente al tuyo– es a veces “plantada” en el más inhóspito de los grises por algo… la naturaleza humana necesita a horrores un poco de cordura… ¿Porque cómo sobrevivir al abismo que hay en nosotros, sin que otros sobrevivientes nos cuenten una bonita historia? “Mi Eva…se sacude la modorra, se vuelve a trepar y empieza a dar algunos mordiscos... y a contar lo que se ve a unos metros del piso...” ( Tu Eva, eres tú sobreviviendo en Lilith -volviendo “al ser” como Fenix por supuesto– ) (La verdad, el texto es patético –por tanto, terriblemente real–. No sé por qué, pero me quedo con ganas de más… Quizá desnude alguna de tus entradas anteriores, o quizás busque un árbol para abrazar :) Besos por tu cumple!! Mi nombre es Pedro.

    ResponderEliminar
  2. Me causa cierto escozor que gente que no me conoce crea que sí. Por eso me encuentro en el deber moral de aclarar que no todo lo que escribo es cierto o tiene un sustento real. Menos que menos, no todo lo que escribo se refiere al momento actual. Gracias por los saludos de cumpleaños!

    ResponderEliminar
  3. Eva, iba a poner emocional o dramático, pero quería más fuerza… creo q hice una mala elección cuando usé la palabra “patético”; de ninguna manera –pero de ninguna manera– lo tomé como ridículo. Sino tal cual es su primera acepción “ adj, capaz de conmover y agitar el ánimo con afectos vehementes, esp. dolor o melancolía”. Osea que cuando digo que es terriblemente patético, es por cómo me movilizó, y era solo para dar mayor fuerza a la expresión. Quiero decir, q si lees todo el comentario, está dicho sobre el respeto y un afecto sincero, de un ser humano a otro, y en el contexto de un medio público; y más, como sentí profundamente que eso que pones, es la expresión acabada de lo que pasa por el interior de muchos, es que respondí a la composición que escribió “Eva Fenix”. Gracias.

    ResponderEliminar
  4. Conozco el significado original de patético. Y mi comentario no tiene nada que ver con el uso de ese término... jejejeje

    ResponderEliminar
  5. En todo caso tu ficción, fue un reflejo patético de mis días –quizás ahora sí, la primera acepción corresponda–, a tal punto, que en el paroxismo de la representación, tomé la decisión sobre esa extraña mezcla “de esperanza y admonición” de la que “en abundancia” presumió mi primer comentario. Pero vuestro escozor, lo frustro. ( En buena hora, supongo; porque todo lo demás, contrabandeaba intenciones –también soy un ser humano)

    ResponderEliminar