lunes, 29 de marzo de 2010

Madame Butterfly y Penélope

Madame Butterfly, deshonrada, deja que su hijo se vaya con el padre... y se suicida. Penélope, la de Serrat, se queda esperando sin prestar atención al que volvió.
Y las lágrimas corren por mis mejillas, más no por ellas. No por ellas porque ellas tenían opción. Pero el niñito que fue enviado lejos con su padre y una madrastra no. Y el viajante que vaya a saber después de cuántas desgracias pudo volver... y se encuentra la locura y el rechazo.
No sé cómo interpretarán estas tragedias otras personas. Quizás sientan lástima de dichas heroínas, pero yo no puedo. Yo no siento lástima por quien elige su destino... en cambio, esos terceros que salieron afectados sí me apenan, porque no tienen derecho a réplica, no tienen derecho al pataleo.

Esa ópera sigue siendo bellísima. Y esa canción también. Y mis lágrimas seguirán rodando cuesta abajo...

2 comentarios:

  1. Habiendo sufrido las decisiones egoístas y arbitrarias de quien dirige tu vida, entiendo muy bien esa lástima, pero también pienso que decisiones menos egoístas me hubieran ido mejor, así hasta podría decir que quizás en parte admiro el sacrificio de la madre.

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  2. No sé mucho de la señora mariposa (nunca entendí por qué en inglés lo traducen como vuelo manteca) pero sí le puedo decir algo de Penélope, la de Serrat y muchos otros. Penélope no le presta atención al viajante porque ella se enamoró de otra persona. Se enamoró de un viajante que no existe, y elige pasar el resto de sus días sola porque comprende que eso que ella espera no puede regresar, y mucho menos reemplazarse. Se queda en soledad para mantener vivas en su alma las sensacines de un amor que por poco tiempo fue perfecto. Penélope es honesta consigo misma y sabe que no puede engañarse o contentarse con los restos de lo que ella sabe fue real. Porque el hombre que Penélope ama no la hace esperar, desea tanto estar a su lado como Penélope abrazarlo, y desde el momento en que se encuentran y se reconocen ya más nada los separa.

    Penélope es una estúpida idealista...


    Beso grande,
    El brujito

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