martes, 31 de julio de 2012

Algo interesante...



El sexo no es una maldita performance. Debería sentirse tan natural como tomar agua.
No debería requerir confianza.
Debería ocurrir, porque el momento se presentaba maduro.Con la madurez de las frutas, de los campos.

Labios maduros... de arriba y de abajo, pija madura, maduras pupilas, un maduro momento del ser. Maduro, amplificado, rebosante. Tu energía dirigiéndose al galopante corazón, y de ahí a cada nervio, cada extremidad, de ahí a los del otro, prendidos fuego.
Gozar el calor, envolverse y jugar en él. Suspirar, reir, gemir.

No se trata de "ser bueno en la cama".

Se trata de ser feliz.

Una no debería preocuparse jamás respecto a si se están haciendo las cosas "correctamente". El sexo no se trata de hechos rígidos. No quiero tu receta de galletitas de un polvo, no quiero tu meticulosamente manufacturada, a prueba de tontos, calculada cogida. No quiero un show. Te quiero a VOS. Dejá que tus instintos, urgencias y anhelos lo definan. Eso alcanza.

Qué es lo que le gusta a la mayoría de las chicas? OLVIDATE. Las estadísticas son irrelevantes cuando sólo se trata de una. Hola... estoy acá. Acá estás vos. 

No te preocupes si vamos lento. Tenemos tiempo. Tenemos infinidad de ritmos, combinaciones, posibilidades. Explorá cada cogida, tomémonos nuestro tiempo. Podemos probar con otra combinación, después.

No te preocupes en hacerme acabar. Estoy acá, exactamente donde quiero estar.

El deseo me sobrepasa, no tenés que convencerme. Te deseo porque me gustás. No te pongas un velo, no contamines esto.
Me siento frustrada, todo lo que pido es autenticidad.

Originalidad.

Pasión.

Disfrute.

No digas que algo que me gusta es feo. No te compares con los demás. Vas a vivir y morir en medio de tus experiencias, como todo el mundo. Si alguien piensa que sos asombroso, no está errado. Su universo es tan real como el de cualquier otro: está forjado por la percepción. 

No me importa si accidentalmente me golpeás la cabeza contra la pared, si te resbalás, si me quiebro un brazo, si la deliciosa presión de tus labios húmedos sobre cualquier parte de mi piel hace un ruido chistoso. No hay un modo correcto y un modo incorrecto!

"Bueno en la cama"...QUÉ????

Sos bueno en mi cama! Me complace que estés acá, y siento que te queda bien... 

Apartá a tu técnica. Dejá que se la trague tu memoria. Cogeme como me cogerías, como lo sientas!!!

ESTO NO ES UNA MALDITA PRUEBA!!!





- http://nikolaiolivier.tumblr.com/

Via Anabela Rocha

Un agradecimiento especial a Inês Rolo por compartirmelo.

lunes, 16 de julio de 2012

Me preguntó si la soltería no me había puesto algo cínica. Quedé pensando (sí, ocurre) y la soltería no podría cambiarme, ya que es mi estado natural. En cambio, por lo menos para mí, la prueba de fuego pasa por las relaciones. Cuando te cruzaste con tanta lucha de poder, tanta competencia, tantas ganas de imponerse sobre el otro, tantos miedos, tantos motivos, tantas historias dolientes, tanta mierda disfrazada de buenos sentimientos, tanta complicación estéril... cuando conocés la capacidad de manipulación que tienen algunas personas, la mezquindad, la sombra, los monstruos del armario, los de debajo de la cama... ahí sí que cuesta no ponerse cínica, ahí sí que cuesta apostar a que, haciendo un esfuerzo por conocer a los propios bicharracos; podés cruzarte con alguien que no vaya a querer ametrallarte con sus fantasmas en un esfuerzo vano por recortarte lo que te sobra y meterte en un moldecito adecuado a sus temores.
Si me equivoco, una y otra vez, que sea cada vez subiendo más alto. Me niego a arrastrarme, a conformarme con lo que ni gracia me hace. Me quebré tantas veces que puedo reconstruirme a oscuras, con las manos sangrando.



Pero no hay tanta necesidad de ponerme dramática, después de todo, mientras pueda robarle besos y cosechar sonrisas, estoy hecha. 

domingo, 15 de julio de 2012

La Otra



El otro lado del mundo me quedaba demasiado cerca. Lo surrealista del sur quizás sirviera mejor para mi necesidad de irme lejos, ya. El frio puede congelar pensamientos y la paz quizás llegue. La calma, sí, que la extraño. 
Si siempre hay un roto para un descosido, qué hilos dejé que se soltaran, por ella? Creí por un momento que mi inteligencia y nuestro amor me pondrían a salvo. Me equivoqué. 
Así fue que la quise, y más aún cuando no me quería. Porque la que no me quería no era ella, era su sombra, era ese trastorno tan prolijamente diagnosticado, tan químicamente tratado. Ella. Ella sí me quería y en esos momentos en que nos entrelazábamos fui libre, más feliz que nunca. 
Que sí
Que no
Que sos mi ángel
Que todo es tu culpa
Que el beso
Que el golpe
Nunca el aviso, nunca una relación directa. La sorpresa y a bucear desde el abismo. Ella me quería, demasiado. La cruel era la otra, era esa no-ella que sólo por un azar la habitaba. 
Intenté mantenerme a flote. Yo, el navío bravo que sortea todas las tormentas. Yo, el del temple heroico. Pero los rayos iban directo a mis flaquezas y hasta Aquiles tenía un punto débil. Uno tras otros cayeron sobre mí. Un beso de nana y yo me aferraba a la esperanza, aunque cada vez fuera más efímero y lejano. Después, la furia. Después, el miedo. 
El miedo cortó varios hilos. Tan de repente, que más de una vez mi corazón estuvo a punto de detenerse. Los médicos mienten, yo sentí el tijeretazo de la muerte con su frío metal cerca de mi plexo.
Ella era la dueña de las tijeras. Un llamado podía ser la gloria. El sexo más entregado, terminar en una mano sangrante. Y mi miedo cada vez más arraigado, echando sus raíces en todo mi ser. 
Pero me quería. Ella, no la otra. La otra no puede haber sido real, no? Si ella hubiera sanado, hubiera sido el amor d emi vida, no?

No. 

No hubiera sido

Mi pánico fue sabio, me salvó. Ahora lo sé. Igual, necesito huir, alejarme de ella pero sobre todo, de la otra, de la otra que era más fuerte, la poseía y me robaba su amor. 


EvaLilith
2012


Pd.: Cumplo con mi palabra... 

lunes, 2 de julio de 2012

En la plaza

Sentada en el banco, le daba de comer maíz muy amarillo a palomas muy grises. Bueno, después de mirarlas un rato, no tan grises, más bien, tornasoladas, variopintas, únicas. Lo gris quedaba en el cemento del piso, en los árboles sin hojas casi, en las nubes. Pero tampoco tan gris, después de mirarlo todo un rato. En fin, la cuestión es que el contraste del amarillo con los tonos grisáceos era fuerte. Las palomas corrían, se desesperaban, comían y deambulaban desorientadas cuando ya no había más. Al lado mío había un hombre. Las palomas no se le acercaban. Como yo las alimentaba, en cambio, estaban a mi alrededor y picoteaban suavecito mis pantalones, dedos, los zapatos. Me angustiaba que no se acercaran a él. Así que mientras se confundía con el gris circundante, lo adorné con granos de maíz, poniéndoselos en la barba, en las puntas de las zapatillas, enredados en el pelo. Primero las palomas desconfiaron, pero de a poco comenzaron a alimentarse. Con cada grano que picoteaban, arrancaban una especie de cáscara, una especie de costra, hasta que el hombre fue tan contrastante con el gris como los granos contra el piso.